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miércoles, 24 de octubre de 2012

Elaboración de Abono Orgánico Tipo Bokashi





¿Qué es el bokashi?

El bokashi es un abono orgánico que resulta de un proceso de fermentación aeróbica o anaeróbica. Este abono es rico en microorganismos; su objetivo fundamental es mejorar la diversidad microbiológica del suelo para de esa manera favorecer la descomposición de la materia orgánica presente en el suelo y la agregada por el abono mismo, que también nutrirá a los cultivos.

Para entender la función del bokashi como abono orgánico es importante tener claro que el suelo constituye todo un sistema ecológico en el cual habita una infinidad de organismos (Macro, meso y micro) que se relacionan de manera diversa entre ellos y con el medio. Un suelo rico en microorganismos y materia orgánica tiende a ser muy fértil y por lo tanto productivo.

El concepto del suelo como ecosistema es esencial en la agricultura orgánica, descartando de esa manera la idea del suelo-sustrato creada por la agricultura convencional, tecnología mediante la cual regularmente se resta importancia a la acción biológica de todo organismo distinto del que directamente producirá las cosechas esperadas y se atribuye el éxito productivo a la presencia de determinadas cantidades de un reducido número de elementos químicos. Para la agricultura orgánica, por el contrario, la fertilidad del suelo y la consiguiente buena productividad de los cultivos están relacionadas con la presencia de una compleja diversidad de organismos vivos cuya acción sobre la materia orgánica hace disponible las sustancias que la planta requiere para desarrollarse y producir. Dentro de este contexto, el bokashi cumple la función de enriquecer el suelo al aportar materia orgánica con alta cantidad de microorganismos benéficos.

Preparación del Bokashi

El bokashi es un abono relativamente sencillo de preparar; sin embargo, hay ciertas condiciones fundamentales a tomar en cuenta para que el proceso sea exitoso. Esas condiciones, así como los pasos en la preparación del abono, se detallan a continuación:

Primeramente, se debe tener un lugar techado donde preparar el bokashi, de manera que no haya problemas por el sol o las lluvias.

Una vez escogido y preparado el sitio, se procede a colocar los materiales en capas. Esos componentes pueden ser variados; algunos muy usados son: suelo de montaña, semolina y cascarilla de arroz, carbón molido y gallinaza. Usualmente el suelo de montaña es sustituido por algún tipo de caldo microbial (microorganismos eficaces [EM], microorganismos de montaña [MM] u otra preparación). Además se puede agregar levaduras comerciales, leche cruda o suero para estimular la fermentación.

El siguiente paso, que bien puede haberse realizado mientras se agregaban los ingredientes, consiste en mezclar bien y adicionar agua hasta lograr un 30-40% de humedad. Y se preguntará el lector: ¿cómo saber que se ha alcanzado ese nivel? Es posible determinarlo a través de una técnica muy sencilla: agarrar un puño de mezcla y comprimirlo en una mano. El material no debe desmoronarse una vez abierta la mano, pero tampoco puede gotear. Si cumple con esas dos condiciones, y además cuando es presionado con un dedo de la otra mano se desmorona con facilidad, entonces hay un nivel de humedad adecuado.

Finalmente, se cubre la mezcla con plástico, paja u otro material para que la temperatura sea uniforme. Es necesario verificar que la temperatura se mantenga entre 35 y 50 ºC, pues si aumenta más puede haber muerte de los microorganismos benéficos deseados en el abono. Para mantener ese control, es recomendable medir diariamente con un termómetro o a través de la siguiente técnica: introducir un machete y dejar adentro durante 2 minutos. Si al halarlo se puede agarrar con la mano, la temperatura no ha sobrepasado el nivel aceptable; si no se puede agarrar, entonces la mezcla está muy caliente y es necesario removerla para reducir la temperatura.

El bokashi está listo cuando desprende un agradable olor a fermentado y está recubierto por colonias de hongos; si por el contrario tiene olor a podrido, es muestra de que el proceso no se ha dado correctamente y ha fracasado. El tiempo de duración es variable dependiendo de los materiales utilizados y la cantidad de microorganismos que hayan sido inoculados; sin embargo, por lo regular no excede los 30 días. Se recomienda aplicarlo tan pronto como sea posible una vez muestre estar listo. Si es necesario almacenarlo, se debe primero secar bajo sombra, extendido sobre piso de cemento. Al ser aplicado, no debe entrar en contacto directo con las plantas, debido a que el proceso de fermentación continúa y puede haber aumento en la temperatura.

¿Qué es el Bocashi? Preparación y usos.





 "Bocashi” es una palabra japonesa, que significa materia orgánica fermentada. En buenas condiciones de humedad y temperatura, los microorganismos comienzan a descomponer la fracción más simple del material orgánico, como son los azúcares, almidones y proteínas, liberando sus nutrientes. El Bocashi es un abono orgánico posible de obtener en tan sólo 7 días. Los materiales a utilizar son baratos y, por lo general, muy fáciles de conseguir. Estos son los siguientes:
- 1 carretilla de tierra común
- 1 carretilla de guano
- ¾ carretilla de afrechillo, afrecho o harinilla
- 1 litro de leche o 1 vaso de yogur natural
-1 cucharada sopera de levadura
- 1 cucharada sopera de miel
- Restos orgánicos
- Ceniza, cáscaras de huevo y/o conchas de mariscos
- Agua
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En un recinto protegido del sol y la lluvia, extendemos un nailon  Primeramente, colocamos la tierra, en el centro el guano, luego se incorpora la harinilla o afrechillo, los restos vegetales, cenizas, cáscaras de huevo y/o conchas de mariscos. La noche anterior se mezcla la leche (o yogurt), la levadura y la miel, éste preparado se añade a la mezcla. Poco a poco se va incluyendo el agua, (igual que una masa de pan) hasta formar una masa fácilmente manejable con las manos, que no se pegue ni que escurra agua entre los dedos. En caso de que esto último sucediera se añade material seco, paja, pasto seco, etc. para reducir el exceso de humedad. Los ingredientes se comienzan a mezclar con una pala desde fuera hacia dentro, hasta que quede completamente homogénea. Luego se deja tapado. Los primeros 4 días se voltea la mezcla tres veces al día. Los últimos 3, sólo dos veces. Finalmente, al séptimo día está listo para ser aplicado (1 cucharada sopera a cada planta). El Bocashi lo puedo utilizar tanto para abonar las plantas, como para la elaboración de almacigueras. Se debe almacenar en un recinto abrigado de la lluvia y el sol.
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LA AGRICULTURA ORGANICA I


ABONO ORGÁNICO FERMENTADO TIPO "BOCASHI"




Bocashi” es una palabra japonesa, que significa materia orgánica fermentada. En buenas condiciones de humedad y temperatura, los microorganismos comienzan a descomponer la fracción más simple del material orgánico, como son los azúcares, almidones y proteínas, liberando sus nutrientes



Insumos que se requieren:
 

1. 2 bultos de rastrojo o de cualquier residuo de cosecha: tamo, bagazo de caña, pasto, etc. También se puede reemplazar con cascarilla de arroz. El material que se utilice debe estar bien seco y picado.

2. 2 bultos de boñiga fresca.

3. 2 bultos de tierra cernida de la finca.

4. 1 bulto de carbón vegetal quebrado en partículas pequeñas.

5. 5 kilos de salvado de cualquier cereal: trigo, maíz o arroz. También se puede utilizar el afrecho de arroz.

6. 5 kilos de ceniza de fogón o de cal agrícola o de cal dolomita.

7. 5 kilos de tierra virgen de bosque nativo (suelo de capote).

8. 4 kilos de melaza. Se puede utilizar 8 litros de miel de purga o de jugo de caña.

9. 200 gramos de levadura granulada para pan.

Agua. La cantidad depende de la (prueba del puño).

ELABORACIÓN Y RECOMENDACIONES
Empezamos mezclando el material vegetal (bagazo, tamo, cascarilla, pasto, etc.) con la boñiga, luego le revolvemos la tierra cernida, siempre procurando que todo quede muy bien mezclado. Después seguimos el orden enumerado en la lista de arriba.

El montón se debe elaborar y mantener en un sitio cubierto, donde no lo afecte la lluvia, el viento o los rayos solares. De no controlar estos factores, se afecta la calidad final del abono e incluso se llega paralizar la fermentación.

L a melaza se desata en agua, ojala caliente, y ahí mismo se revuelve con la levadura. Cuando el montón queda listo, se le aplica esta mezcla, en la medida que lo vamos volteando.


Durante los primeros días, el montón se tapa con costales o con cualquier material permeable que permita el intercambio gaseoso. Nunca se debe cubrir con plástico ya que el vapor se condensa en forma de agua, impidiendo una adecuada fermentación.

El volteo se realiza dos veces por día, una vez por la mañana y otra vez por la tarde, durante los 4 o 5 días iniciales, los siguientes 10 días se voltea una vez por día. Esto es indispensable hacerlo así para controlarle la temperatura de fermentación. Podemos chequear la temperatura utilizando un termómetro de punzó. Con el volteo impedimos que la temperatura sobrepase los 50 ºC.

La pila de abono puede tener una altura de 50 a 60 cms. A medida que pasan los días, la altura se va bajando gradualmente, extendiendo el montón hasta lograr una altura de 20 cms. Sabemos que el abono está listo porque su temperatura es igual a la temperatura ambiente, su color es grisáceo, queda seco y de consistencia polvosa. Lo ideal es utilizarlo inmediatamente pero se puede empacar en costales y guardarlo hasta por 2 meses.

Es importante no descuidar tanto la humedad como la temperatura, porque la actividad microbiológica puede perjudicarse por la falta de oxigenación o por un exceso de humedad.

Cuando ya tengamos experiencia acumulada en la elaboración del abono Bocashi, seleccionamos una buena cantidad del mejor abono que hayamos producido para utilizarlo como “semilla” o sea, como la principal fuente de inoculación, acompañada de una determinada cantidad de levadura. De esta manera eliminamos el uso de la tierra de bosque nativo y el uso de carbón vegetal, para evitar consecuencias graves por el deterioro de los bosques. 

COMO SE UTILIZA EL ABONO ORGÁNICO BOCASHI


1. En los semilleros se puede mezclar con tierra cernida y con carbón vegetal pulverizado en proporción de 60% a 90% de tierra y 40% a 10% de bocashi.

2. Abonado directo en la base del hoyo donde se coloca la planta, una vez que se trasplanté, teniendo cuidado de cubrir el bocashi con un poco de tierra para que la raíz de la planta no quede en contacto directo con el abono ya que así se puede quemar.

3. Abonado a los lados de las plantas. Este sistema sirve para hacerle una segunda y tercera abonada de mantenimiento a los cultivos

4. Abonado directo a los surcos donde se irá a establecer el cultivo que se quiere sembrar. Independientemente de la forma como lo utilicemos, el Bocashi siempre se debe cubrir con tierra para que no se pierda y así obtener mejores resultados.

5. Algunas dosis sugeridas:

-hortalizas de hojas > de 10 a 30 gramos, en la base.

-hortalizas de tubérculo o que forman cabeza >hasta 80 gramos.

-Tomate y pimentón > de 100 a 120 gramos.

- Pastos de corte > de 1 a 5 kg. Por m2

-En hortalizas de ciclo corto (Ej. rábano), con una sola aplicación es suficiente. En especies semestrales podemos hacer 2 aplicaciones, máximo tres. No perdamos de vista que la dosis a aplicar no es algo fijo, depende de la fertilidad original del suelo donde vamos a cultivar, del clima imperante y de las necesidades específicas de nutrición del cultivo que tengamos. Por eso es muy importante que con creatividad e iniciativa, nosotros mismos experimentemos hasta determinar lo que es más apropiado.


Los Germinados





Los germinados o brotes tienen muchas propiedades terapéuticas, según la semilla germinada, y también tienen muchísimas posibilidades a nivel culinario.
Los germinados son brotes llenos de vitalidad. Su excepcional cantidad de nutrientes los hace indispensables en una dieta sana, además de aportar su sabor a numerosos platos.

Cualidades de los germinados

  • Si diéramos un valor nutritivo hipotético de 100 a los granos y semillas, nos encontraríamos que:
    Si molemos el grano, ese valor se reduce de 100 a 10.
    Si hacemos germinar esos mismos granos, el valor nutritivo nos aumenta de 100 a 1.000, e incluso a 10.000.
  • La germinación representa pues la técnica más efectiva para aportar a nuestro organismo energía vital concentrada. Los procesos industriales de refinamiento de los alimentos ocasionan carencias en los mismos, que, a la larga, pueden acabar afectando a nuestro organismo; la adición de los germinados a nuestra dieta puede prevenir estas ausencias. Así como las plantas verdes regeneran el aire que nos rodea, los germinados sanean nuestro cuerpo por dentro.
  • Los germinados son un concentrado de sustancias generadoras de salud, sustancias que la vida elabora de forma mucho más perfecta que un complejo laboratorio. Y son los alimentos menos contaminados que se puedan encontrar. Si un grano germina, es que tiene calidad suficiente para hacerlo, porque a cierto nivel de degeneración, las plantas dejan de ser capaces de reproducirse.
  • Personas con problemas digestivos, y enfermos convalecientes, que no pueden alimentarse con los demás alimentos crudos, pueden, sin embargo, comer germinados. Su riqueza enzimática facilita la absorción por el organismo, y no ocasiona leucocitosis postpandrial (aumento de la cantidad de leucocitos en la sangre)
  • El consumo de germinados no genera ácido úrico. Pueden tomarlos tranquilamente las personas que padezcan gota. Los germinados contienen mucha vitamina C y, por lo tanto, una persona que no esté acostumbrada a consumirlos y cuya dieta no sea rica en fruta fresca puede sentir efectos estimulantes.
  • Por esta razón, el consumo de germinados proporciona más vitalidad, y hace que desaparezcan el cansancio y los problemas digestivos.
  • Gracias a su contenido en vitamina E, se ha demostrado experimentalmente que añadiendo germinados de avena a la ración diaria del ganado su fertilidad aumenta espectacularmente en ambos sexos.
  • Los germinados son el alimento idóneo para cualquier persona. No hay limitaciones de edad; son tan adecuados para los niños como para los ancianos.
  • Los germinados son útiles ante múltiples dolencias. Los distintos germinados se han demostrado útiles como reguladores intestinales, antianémicos, revitalizantes, en casos de descalcificación y estados carenciales. Son depuradores del organismo, potenciadores de la producción de leche materna, reguladores del sistema endocrino y del metabolismo en general, incrementan el tono muscular, disminuyen el meteorismo... y tienen probados efectos rejuvenecedores.

Uso en la cocina de los germinados

  • Aunque los germinados más conocidos son los de soja verde, podemos germinar gran variedad de semillas, que enriquecerán nuestros menús.
  • Pueden formar parte de diferentes platos: ensaladas, bocadillos, tortillas, verduras, cereales...
  • Evitaremos cocciones prolongadas para evitar la pérdida de sus cualidades, agregando los germinados instantes antes de ser servirlos.
  • La mejor forma de aprovechar el valor nutritivo de las legumbres es comerlas germinadas crudas. Pero si queremos cocinar judías secas, se pueden hacer germinar levemente con anterioridad: serán más digestivas, nutritivas y cocerán más rápidamente.
  • Una forma muy original de recurrir a las especias es tomar germinados de berro, rábano, mostaza, cebolla o fenogreco. Aportarán un toque delicioso.
  • Si mezclamos varios tipos de germinados, no sólo descubriremos nuevos sabores sino también una nueva estética, complementándose también nutricionalmente. Sugerimos mezclar germinados de alfalfa con germinados de col y lenteja. O compensar el sabor picante de los de rábano, cebolla, puerro o mostaza combinándolos con germinados de cereales o legumbres. La zanahoria germinada combinada muy bien con la alfalfa, la col o la soja verde.
  • Si bien la mayoría de las semillas se pueden consumir tal cual, las personas de estómago delicado pueden escaldar previamente (1 - 2 minutos), los germinados de legumbres, dado su contenido en antinutrientes, que la germinación no elimina completamente. Por la misma razón, las semillas que no germinen deben desecharse.
  • Hay que tener en cuenta que las semillas de solanáceas (tomate, pimiento, berenjena, patata, etc.) resultan tóxicas, y no son válidas para germinar.

El proceso de la germinación

La germinación es una intensa actividad metabólica.
En ella tienen lugar varias reacciones químicas, entre las cuales destaca la síntesis de enzimas.
Los cambios químicos que ocurren en la semilla al germinar activan una fábrica enzimática poderosa, que no se supera nunca en cualquier estadio posterior de crecimiento.
Esta rica concentración enzimática actúa sobre el metabolismo humano al consumirlos, conduciendo a una regeneración del torrente sanguíneo y de los procesos digestivos.

Los germinados más populares

Existen varios tipos de germinados, pero no siempre resulta fácil hallar variedad en el mercado. Los de judía mungo (mal llamada soja verde) y alfalfa son los más comunes y pueden adquirirse sin problemas. Sin embargo, para obtener los de lenteja, garbanzo, trigo, etc. deben comprarse las semillas y germinarlas en casa.
  • Trigo: la mejor forma de comer el grano entero. Ricos en vitaminas y sales minerales.
  • Lenteja: además de proteínas, aportan hierro, cinc, manganeso y vitaminas.
  • Cebolla: el picante de la cebolla, más sutil. Una forma subliminal de aliñar ensaladas.
  • Alfalfa: probablemente los más nutritivos y populares entre todos los germinados.
  • Garbanzo: muy energéticos, aportan proteínas, fósforo, calcio y hierro.
  • Judía mungo: los más ricos en proteínas después de la soja y muy fáciles de digerir.



Alelopatía: plantas que benefician a otras plantas

La alelopatía es la ciencia que estudia las relaciones benéficas entre diferentes plantas —árboles, hortalizas, aromáticas y medicinales— que tienen esencias, resinas y sustancias especiales para contribuir a alejar las plagas, a contrarrestar las enfermedades y a mejorarse entre ellas cuando se siembran juntas. Esto es lo que pasa cuando se unen maíz, fríjol y auyama o calabaza.

Cuando se juntan los cultivos de estas plantas se aprovechan mejor el espacio, la tierra, el agua, la luz, y el suelo estará siempre protegido por la vegetación ubicada a diferentes alturas, como sucede en un bosque natural.

Ejemplos de buenas plantas acompañantes:

  • El fríjol y las fresas prosperan más si se siembran intercalados con apio, maíz, papa, romero, ajo y zanahoria.
  • Una espinaca sembrada cada cuatro lechugas las hará más jugosas. Lo mismo mezclada con ajo, manzanilla, rábanos y zanahorias.
  • Sembrar caléndula, borraja y albahaca entre los tomates hace que éstos produzcan más, y juntos repelen las moscas y la palomilla blanca.
  • La cebolla y el ajo sembrados con las zanahorias repelen las moscas.
  • Los cultivos de auyama sembrados con borraja, maíz y mejorana atraen las abejas y crecen mejor. 
  • El ajo evita las plagas al sembrarse con cebolla, manzanilla, fresas y lechugas.
  • El apio, la cebolla, la coliflor, el repollo y el tomate se estimulan entre sí.
  • La arveja prospera con fríjol, pepino, maíz, rábano y zanahoria.
  • Los pepinos sembrados con ajos y albahacas crecen más.
  • Los repollos serán mejores si se siembran junto al apio, la espinaca, la manzanilla, la menta, la salvia, el tomillo y la hierbabuena.
  • Los frutales rodeados de ajos, rábanos y habichuelas no son atacados por los pulgones.


lunes, 1 de octubre de 2012

Frecuencia de fotos, del viaje a San Jose De Las Matas, que realizara el grupo de estudiantes del Infotep, impartido por el Ing. Agronomo, Jose Tavarez Balbuena [Tavarito].

Vista de un invernadero
El Ing. Encargado del almacen de acompio
del proyecto agrico del Chimo.
 


El interior de un unvernadero


Figureo

Terreno ya preparado para ser sembrado
                                                                          Otra vista del proyecto agricola, del Chino
 

 


 Libro de registro
Bomba de Agua


















Otra vista de los libros de controles

lunes, 24 de septiembre de 2012

CURSO DE INVERNADERO DEL INFOTEP





El Instituto Nacional De Formacion Tecnico Profesional, INFOTEP, esta impartiendo un curso de invernadero a un nutrido grupo de personas, campesinos e interesados en la inversión de la siembra en ambiente controlado, [invernadero].

La secuencia de fotos, muestra a los integrantes del grupo 2 [dos]  haciendo un trabajo de campo.


De izquierda a derecha, aparecen, Vicente Devora, Daneri Peralta, Los esposos Alvaro y Jackeline Lopez, Rafael Esteves, y King Diaz.


                             Rafael Esteves, tratando de hacer una estaca, para la medicion del terreno


       Vista parcial de la finca en donde se hizo el trabajo de campo
        para la construccion de un invernadero de 1000mts2, para la
               siembra de tomates de mesa.


[Cortesía de... Prensa Agro]